Verdad!
Muchas personas mayores de 40 años se quejan de no entender lo que oyen porque tienen Presbiacusia u oído fatigado. Sobre todo se nota cuando conversan en ambientes con ruido: en una boda por ejemplo.
¿Es la razón por la cual las personas mayores huyen de las fiestas?
Es correcto, abandonan el salón porque fuerte sonido de la música les impide comunicarse con los compañeros de su mesa. Los jóvenes de la fiesta solicitan al DJ un alto volumen sin importar las repetidas peticiones de los mayores para que bajen el volumen de la música.
¿Qué es la Presbiacusia?
Es el deterioro normal del nervio auditivo que comienza a presentarse desde la edad de 35 años, al principio imperceptible, se manifiesta después de los 45 años cuando el daño ha progresado lo suficiente para ser notado solo en ambientes ruidosos. Por lo general los sonidos agudos son los primeros que se dañan.
¿Cómo se puede evitar esta Enfermedad?
La Presbiacusia no es una enfermedad, es simplemente la vejez de la audición, no podemos sustraernos de ella, pero sí pondríamos retrasarla y hasta disminuirla.
El enemigo número uno del oído son los sonidos por arriba de los 110 db, intensidad sonora comparada a la del ruido del escape de un camión qué pasa con mediana velocidad cerca de nosotros. El uso habitual de auriculares para escuchar música suele ser otro sonido que imprime un daño permanente al oído interno cóclea. Evitar este tipo de sonidos y muchos otros similares, es un regalo para el oído lo cual nos alargará la vida útil de las células de Corti custodiadas por el tejido óseo del caracol.
¿Cómo saber que nuestro oído padece de una Presbiacusia y no se trata de una enfermedad?
La edad del paciente, la dificultad para discriminar sonidos en áreas ruidosas y la biliteralidad del daño auditivo, son síntomas suficientes para hacer un diagnóstico clínico, el cual se puede confirmar cualitativamente con los diapasones y cuantitativamente con el estudio audiométrico.
¿Es posible curarla o mejorar la audición con tratamientos o cirugía?
Cualquier deterioro del oído interno afecta directamente al nervio auditivo por lo que las pérdidas auditivas son irreversibles y por lo general progresivas.
Un amplificador o prótesis auditiva, ¿ayudarían al paciente a escuchar mejor?
La respuesta es, NO! La Presbiacusia empeora en los ambientes ruidosos y la amplificación del sonido lesiona a las células sanas del oído interno. El comercio ofrece costosos equipos que prometen elevar solamente las frecuencias perdidas, pero este progreso en los equipos no ha sido posible conseguirlo, ya que las células receptoras están dañadas y un gran volumen no solamente no les ayuda sino que daña a las sanas. NO SON SORDOS!
¿Cuál entonces es la ayuda que la medicina ofrece para la Presbiacusia?
La medicina o la cirugía no hacen el milagro de regenerar las células de Corti si han sido dañadas por el ruido o la vejez. La única ayuda que se les puede ofrecer es la ayuda y comprensión humanas. Suprimir los ruidos, hablarles con claridad y sin gritos mirándoles a los ojos. Evitarles las reuniones sociales con muchas personas para que sea solo una la que le hable mientras lo ve a los ojos.
CONSIDERACIONES
Al parecer los jóvenes de ayer usaron los sentidos para comunicarse entre sí. Los jóvenes de hoy viven para experimentar sensaciones y los jóvenes de mañana probablemente no sabrán para que se utilizan los sentidos. Es ley biológica que la edad se acompaña de dolencias diversas, aquellos jóvenes que logren envejecer también sufrirán la presbiacusia, y habrán de huir temprano de las fiestas.
Como comentario al margen te diré que en países desarrollados, para lograr que los adultos permanezcan más tiempo disfrutando de las costosas fiestas, separan a los jóvenes y su música en un salón adyacente al del evento principal, dejando a los mayores con la música de fondo, que les permita gozar de la charla y se queden disfrutando más allá de la hora del postre.
Otro punto; entender que la presbiacusia no hace del individuo un tonto, solamente es alguien que oye pero no entiende lo que le dicen.
NOTA BENE. Jóvenes de hoy forjen su futuro entendiendo a los mayores, para que los jóvenes del mañana hagan lo mismo por ustedes.
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